El ruido nos saca de nuestro centro: el tráfico, gritos, murmullos, etc. Sin embargo, El sonido es un bálsamo sanador que hace resonar tu ser interior recordando su verdadera esencia.  El sonido te invita a fluir, déjate llevar, olvidarte del personaje que habitualmente representas para regresar a tu interior. Es un viaje al origen, a esa luz que eres y que por el ritmo de vida acelerado y tenso que llevas, olvidas a menudo. De ese modo, el sonido te invita a conectarte. Es un camino de vuelta a casa.

El sonido te lleva al silencio interior. Cuando suena un cuenco de cuarzo y va remitiendo el sonido, deja silencios. Esos silencios nos aportan paz interior y armonía.

Muchos sonidos naturales ya hacen el efecto de reconexión. Así tienes el sonido de una cascada. El sonido del brotar del agua te transporta a una relajación, a un dejarte llevar, a soltar tu mente y conectar con tu tan tien inferior. El sonido de los pájaros, del oleaje del mar.

De forma instintiva, todos sentimos la necesidad de visitar la Naturaleza para cargar las pilas y atraídos por el sonido de la propia Naturaleza. Algunos lo llaman respirar aire fresco, otros un día de campo pero lo que si es cierto es que regresamos más armonizados, con la mente serena y con mayor optimismo.

Todos los sonidos ancestrales provenientes de la Naturaleza han sido utilizados  como herramienta de sanación en muchas culturas a lo largo de milenios. Desde las canciones chamánicas del Icaro amazónico, a los mantras de los hindúes originales, a los cánticos de vocales de los antiguos egipcios… el sonido como terapia tiene una larga y rica historia. La sanación con sonidos está ganando en popularidad rápidamente en el mundo actual, e incluso la ciencia moderna se está interesando, a través de numerosos estudios sobre el poder de las ondas sonoras.

El sonido viaja 4 veces más rápido a través del agua que del aire. El cuerpo humano al estar compuesto en un 70% de agua en la edad adulta, es un conductor excelente del sonido. Al envejecer el agua disminuye del cuerpo; pudiendo llegar al 50%. De ese modo, las ondas sonoras al impactar en tu cuerpo, generan unas vibraciones en tu cuerpo.  Estas vibraciones llegan a los músculos y huesos, al sistema nervioso, digestivo, respiratorio, circulatorio e incluso a la mente.  Por lo tanto, cuando escuchamos estos sonidos es común que desaparezca una contractura, se alivie un dolor, baje la ansiedad e incluso se calmen los pensamientos repetitivos.


El sonido sana llevando al organismo a un estado de armonía y salud
.  La mayor parte de nuestro día a día funcionamos con ondas cerebrales Beta. Éstas nos permiten disponer de un pensamiento consciente y lógico. Las ondas betas nos rigen cuando estamos en un estado intelectual normal. Sin embargo, si nos excedemos de ondas cerebrales Beta, tenemos ondas betas alta y  comenzamos a tener estrés y ansiedad. Ello es por el exceso de cortisol. Cuando escuchamos sonidos sanadores, el organismo se para y comienza a funcionar más lento, la respiración, los latidos del corazón van más lento y el cerebro funciona más pausado.

Según el grado de pausado  que funciona nuestro cerebro, denominamos el estado cerebral que pasamos:

El estado Beta está entre 13 y 32 hercios. Alfa está entre unos 8 y 13 hercios y es un estado de somnolencia y conectamos la parte consciente con la inconsciente. Cuando meditamos y soñamos estamos en estado zeta entre 4 y 8 hercios, es un estado de relajación profunda, nos sentimos flotando. Este estado se corresponde con el desarrollo de capacidades superiores del ser. Entre los 0,5 y 4 hercios entramos en el estado delta,  es un estado de sueño profundo y un estado meditativo muy profundo, experimentamos la vacuidad y muy interesante para la auto sanación.

Los sonidos sanadores te invitan a recibir ondas cerebrales Zeta. Éstas son las que tenemos cuando meditamos, soñamos. Aumentan tu consciencia, activa tu poder de sanación y te ayudan a alcanzar paz interior.

Una experiencia de sanación con sonidos es pasiva y participativa. Te tumbas  en la parte pasiva pero a la misma vez el sonido va sanando a cada persona lo que necesita en ese momento. Estos sonidos los transmiten los terapeutas de diferentes formas: a través de su voz, gongs, cuencos de cristal,etc,. Uno de los beneficios más poderosos es la disminución del estrés, de la ansiedad, de los desórdenes del sueño, depresión y dolor.

Las terapias de sonido son recomendables para personas de cualquier edad. Los beneficios del sonido son innumerables y de hecho están siendo objeto de investigación.

Los sonidos ancentrales llegan a las profundidades del alma, permitiendo a ésta vibrar. Así ese resonar viaja por tu cuerpo haciendo eco en cada recóndito espacio. La paz, la armonía va inundando tu cuerpo y permitiendo silenciar aquellas emociones, patrones o ruido mental que te aleja de tu esencia, de quien eres realmente.

Solo así volviendo a reconectarte, te das permiso para vivir en plenitud. Detrás de la magia del sonido hay almas que bajan a la tierra para cumplir la misión de “servir al sonido”.

Los cuencos del Himalaya a veces se comenta que están elaborados con 7 metales sagrados. Pero realmente, esto es solo una leyenda que rodea a estos instrumentos. No existe registros escritos sobre cómo se utilizaban los cuencos en la cultura tibetana. Se transmitía de forma oral. Los cuencos no están hechos de 7 metales. Se utiliza ese argumento a veces para vender cuencos. Están hechos de cobre y estaño más una serie de trazas ínfimas de otros elementos como oro, plata, zinc.

Lo importante al adquirir un cuenco es si ese cuenco te llama y vibra con tu ser.  El sonido de estos cuencos es muy amplio. Devuelven a un estado de vacío, de inquietud interior, te conectan con el DHARMA. Un cuenco de buena calidad lo puedes utilizar como masaje corporal. De hecho, masajea músculos, órganos e incide en el cuerpo energético y en tus chakras.

Es recomendable hacerse de un instrumento ancestral como un cuenco. Cuanto más grande es el cuenco, más grave es el sonido. Los más pequeños emiten un sonido más agudo. Los cuencos grandes enraízan, llevan la energía hacia abajo y relajan profundamente. Por lo tanto, ideal para las personas que sean muy mentales, muy activas o con  pensamientos muy obsesivos es optar por un cuenco mayor a unos 20 centímetros. Así reconducen tu energía hacia abajo, hacia el tantiem y te conectan a la tierra. Su efecto es muy rápido.

Para las personas con poca energía y poco dinámicas, es mejor cuencos de menor tamaño que hacen que entren en movimiento. Dirigen la energía hacia arriba y activan.

Los cuencos medios centran la energía en la zona del corazón. Según el tamaño y frecuencia de nuestro cuenco pueden llevar la energía hacia abajo, centro o hacia arriba.

La baqueta o elemento con el que se toca el cuenco es importante que tenga una parte forrada para evitar que dañemos el cuenco si no sabemos tocarlo con perfección.

El cuenco de cristal de cuarzo nevado originalmente se creó con un objetivo industrial y se dice que personas que tenían mucha resonancia con los cristales conectaron y fue a partir de la década de los 80 cuando comenzó su divulgación.

Los gongs son una herramienta chamánica que data de la edad de bronce. Parece que surgió en la zona de Mesopotamia. Se utilizó en China con fines de guerra. De hecho en zonas de Tailandia, Indonesia forman parte de su cultura. Son instrumentos terapéuticos porque emiten una cantidad ilimitada de armónicos y movilizan nuestra energía. El gong armoniza y te devuelve a un estado de armonía.

La música es energía. Cuando tocas el gong hay una vibración porque hace que la superficie del cuenco entre en vibración y a su vez, crea la música. La musicoterapia estudia el efecto terapéutico de distintos tipos de música y como ayudan a sanar y liberar emociones. La sonoterapia es ir a la raíz. No utilizan composiciones musicales concretas.

Un baño de gongs es una sesión de terapia con gongs muy profunda de unos 45 minutos. 45 minutos es el tiempo empleado porque se corresponde con un ciclo de sueño aunque se puede extender en el tiempo. A esa cantidad de tiempo de gongs se le añaden otros instrumentos en diferentes momentos de ese espacio temporal.

La puya de Gongs es una ceremonia nocturna desde las 12 de la noche y durante 7 horas y media de duración.  Reunidas en un recinto apto para ello, las personas se tumban y reciben la frecuencia del gong durante toda la noche. Los gongs suenan suavemente para permitir el sueño. Mientras dormimos el lado racional está desconectado y entonces al estar dormidos, se trabaja a un nivel subconsciente y se suelen dar revelaciones durante la ceremonia.

Si pones tu intención en sanar con los sonidos, la energía va a ir encaminada a que tu ser superior vaya sanando tu propósito.

Deseo que estas herramientas ancestrales lleguen a vosotros para sanar las heridas de vuestra alma.

Si deseas profundizar en terapias de sonido, te animo a que visites https://sonidosdeaquario.com/