Cuando estamos pasando una crisis emocional, todo lo que nos dicen para sentirnos mejor nos cuesta mucho integrarlo. Hoy os animo a repetir este sencillo decreto que poco a poco va a ayudarte a entender cómo funcionan los aprendizajes a los que nos invita la vida.
“Todo está bien en mi vida”. Aunque ahora no lo entienda, todo está bien en mi vida.
Este decreto ayuda a tomar consciencia de que todo lo que acontece siempre es perfecto y te ayuda en tu proceso vital. Quizás ahora no puedas encontrar sentido a lo que te ocurre pero cuando pase el tiempo necesario podrás observar este difícil momento que ahora vives, como una experiencia grandiosa que te permitió crecer. Desde esta nueva visión, te invito a que experimentes ahora lo que está aconteciendo en tu vida en este momento y te genera malestar.
Para vivir con consciencia necesitamos estar con nosotros mismos. Para ello es importante tener espacios de silencio para el encuentro con nuestro sentir. Ese espacio de acercamiento a uno mismo si lo elegimos, podemos vivirlo como una celebración. Meditar, leer, cocinar, pasear por el campo. El objetivo es simplemente estar. Si nos centramos en el estar presentes, experimentamos y recibimos inspiraciones.
Este ejercicio de reflexión, contemplación ayuda a disminuir el ruido mental. La mente toma descanso para que nuestro ser superior conecte con nosotros. En esa conexión se favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto. De hecho, los artistas conectan con su intuición y se dejan llevar por ella. Así un pintor se sitúa delante del lienzo y se deja ir para plasmar lo que le va llegando de su ser superior, divinidad o Universo. Esa pintura, ese escrito es un mensaje de luz. Su contenido es sanador.
Cada uno tenemos a nuestro alcance el encuentro con nosotros mismos. Si bien, cada uno conecta a su forma. Así hay personas que meditan conduciendo, escuchando música, practicando yoga o cocinando. Cuanto más te conozcas, mejor podrás dejarte fluir y conectar con tu ser superior.
El buscar espacios de introspección no solo es saludable, sino que es necesario para poder mantener una buena salud mental. Vivimos en una sociedad que funciona a un ritmo muy rápido. Por ello, es importante cada día dedicarse unos minutos para conectarse. A veces es complicado porque somos padres, tenemos muchas tareas que atender; o bien, tenemos que estudiar, atender tareas, etc. Pero si lo incluimos en nuestra rutina diaria, simplemente implementando una tarea como darte una ducha disfrutando de la experiencia o cenar ingiriendo los alimentos tranquilamente, saboreándolos, dejándotelos sentir en tu paladar. Podemos ver que es sencillo y que vamos a ir ganando poco a poco espacio al período del día donde vivimos demasiado robotizados por el estrés.
Trabajar el ritmo de la respiración también ayuda mucho a conectar con la paz interior y desligarte del estrés. La repetición de “tomar aire en unos 3 segundos y expirar en 4 segundos o más” ayuda a aflojar la tensión que traemos del exterior. Observar nuestro cuerpo cuando estamos tensos ayuda a tomar consciencia de él. Así cuando estamos tensos, tendemos a elevar los hombros. Cuando observamos esta postura en nuestro cuerpo, bajamos los hombros e inmediatamente comenzamos a aflojar la tensión del cuerpo.
Como comenté en anteriores posts hay terapias como el reiki que ayudan a sentir paz interior, armonía y una profunda sensación de paz. Es muy recomendable esta terapia para cualquier persona que tenga estrés, que esté pasando por una mala racha a nivel emocional o simplemente para cualquier persona que desee explorar en su auto-conocimiento.
Toda la tensión que generamos en nuestro cuerpo si no la liberamos termina afectando a nuestra salud. Ello se materializa en dolor de cuello, espalda, etc,..
Por ello, hoy mi mensaje directo a todos es que dediquéis unos minutos a diario para vosotros. Para meditar, para hacer una lectura, escuchar música o simplemente para contemplar un hermoso paisaje. Ese espacio es para vosotros para nutrir vuestra alma pues ésta también necesita ser atendida con amor.
¡Un abrazo de luz, amados!